Relato de una visión
Es mi deber de hombre relatarte lo ocurrido.
En la oscuridad de la noche se acercó a mi ventana una aparición del pasado invocando aquellos momentos de alegría y susurrando aquellos de tristeza.
Me hablaba de todos los tiempos ciertos y todos los momentos falsos, sin embargo me hizo entender que cada paso dado fue bueno, que cada mirada tuvo frutos, que cada beso fue un viaje maravilloso aunque incierto y que cada caricia fue una transición entre la tierra y el cielo.
Que aunque mis pies no estaban en la tierra no había temor de caer, que tal vez mi mente presentía un colapso pero los escombros no me golpearían, que el presente era más importante que el futuro y que tal vez mi memoria cargara consigo este recuerdo como un eslabón aferrado al hierro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario